LOS TREINTA DICHOS DE LOS SABIOS
Pro 22:17 Presta atención, escucha mis palabras; aplica tu corazón a mi conocimiento.
Pro 22:18 Grato es retenerlas dentro de ti, y tenerlas todas a flor de labio.
Pro 22:19 A ti te las enseño en este día, para que pongas tu confianza en el Señor.
Pro 22:20 ¿Acaso no te he escrito treinta dichos que contienen sabios consejos?
Pro 22:21 Son para enseñarte palabras ciertas y confiables, para que sepas responder bien a quien te pregunte.
1
Pro 22:22 No explotes al pobre porque es pobre, ni oprimas en los tribunales a los necesitados;
Pro 22:23 porque el Señor defenderá su causa, y despojará a quienes los despojen.
2
Pro 22:24 No te hagas amigo de gente violenta, ni te juntes con los iracundos,
Pro 22:25 no sea que aprendas sus malas costumbres y tú mismo caigas en la trampa.
3
Pro 22:26 No te comprometas por otros ni salgas fiador de deudas ajenas;
Pro 22:27 porque si no tienes con qué pagar, te quitarán hasta la cama en que duermes.
4
Pro 22:28 No cambies de lugar los linderos antiguos que establecieron tus antepasados.
5
Pro 22:29 ¿Has visto a alguien diligente en su trabajo?
Se codeará con reyes, y nunca será un Don Nadie.
6
Pro 23:1 Cuando te sientes a comer con un gobernante, fíjate bien en lo que tienes ante ti.
Pro 23:2 Si eres dado a la glotonería, domina tu apetito.
Pro 23:3 No codicies sus manjares, pues tal comida no es más que un engaño.
7
Pro 23:4 No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas.
Pro 23:5 ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen!
Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas.
8
Pro 23:6 No te sientes a la mesa de un tacaño, ni codicies sus manjares,
Pro 23:7 que son como un pelo en la garganta.
"Come y bebe", te dirá, pero no te lo dirá de corazón.
Pro 23:8 Acabarás vomitando lo que hayas comido, y tus cumplidos no habrán servido de nada.
9
Pro 23:9 A oídos del necio jamás dirijas palabra, pues se burlará de tus sabios consejos.
10
Pro 23:10 No cambies de lugar los linderos antiguos, ni invadas la propiedad de los huérfanos,
Pro 23:11 porque su Defensor es muy poderoso y contra ti defenderá su causa.
11
Pro 23:12 Aplica tu corazón a la disciplina y tus oídos al conocimiento.
12
Pro 23:13 No dejes de disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá.
Pro 23:14 Dale unos buenos azotes, y así lo librarás del sepulcro.
13
Pro 23:15 Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se regocijará;
Pro 23:16 en lo íntimo de mi ser me alegraré cuando tus labios hablen con rectitud.
14
Pro 23:17 No envidies en tu corazón a los pecadores; más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del Señor.
Pro 23:18 Cuentas con una esperanza futura, la cual no será destruida.
15
Pro 23:19 Hijo mío, presta atención y sé sabio; mantén tu corazón en el camino recto.
Pro 23:20 No te juntes con los que beben mucho vino, ni con los que se hartan de carne,
Pro 23:21 pues borrachos y glotones, por su indolencia, acaban harapientos y en la pobreza.
16
Pro 23:22 Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.
Pro 23:23 Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!
Pro 23:24 El padre del justo experimenta gran regocijo; quien tiene un hijo sabio se solaza en él.
Pro 23:25 ¡Que se alegren tu padre y tu madre! ¡Que se regocije la que te dio la vida!
17
Pro 23:26 Dame, hijo mío, tu corazón y no pierdas de vista mis caminos.
Pro 23:27 Porque fosa profunda es la prostituta, y estrecho pozo, la mujer ajena.
Pro 23:28 Se pone al acecho, como un bandido, y multiplica la infidelidad de los hombres.
18
Pro 23:29 ¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares? ¿De quién son los pleitos?
¿De quién las quejas? ¿De quién son las heridas gratuitas?
¿De quién los ojos morados?
Pro 23:30 ¡Del que no suelta la botella de vino ni deja de probar licores!
Pro 23:31 No te fijes en lo rojo que es el vino, ni en cómo brilla en la copa, ni en la suavidad con que se desliza;
Pro 23:32 porque acaba mordiendo como serpiente y envenenando como víbora.
Pro 23:33 Tus ojos verán alucinaciones, y tu mente imaginará estupideces.
Pro 23:34 Te parecerá estar durmiendo en alta mar, acostado sobre el mástil mayor.
Pro 23:35 Y dirás: "Me han herido, pero no me duele. Me han golpeado, pero no lo siento. ¿Cuándo despertaré de este sueño para ir a buscar otro trago?"
19
Pro 24:1 No envidies a los malvados, ni procures su compañía;
Pro 24:2 porque en su corazón traman violencia, y no hablan más que de cometer fechorías.
20
Pro 24:3 Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos.
Pro 24:4 Con buen juicio se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros.
21
Pro 24:5 El que es sabio tiene gran poder, y el que es entendido aumenta su fuerza.
Pro 24:6 La guerra se hace con buena estrategia; la victoria se alcanza con muchos consejeros.
22
Pro 24:7 La sabiduría no está al alcance del necio, que en la asamblea del pueblo nada tiene que decir.
23
Pro 24:8 Al que hace planes malvados lo llamarán intrigante.
Pro 24:9 Las intrigas del necio son pecado, y todos aborrecen a los insolentes.
24
Pro 24:10 Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza.
25
Pro 24:11 Rescata a los que van rumbo a la muerte; detén a los que a tumbos avanzan al suplicio.
Pro 24:12 Pues aunque digas, "Yo no lo sabía", ¿no habrá de darse cuenta el que pesa los corazones? ¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida? ¡Él le paga a cada uno según sus acciones!
26
Pro 24:13 Come la miel, hijo mío, que es deliciosa; dulce al paladar es la miel del panal.
Pro 24:14 Así de dulce sea la sabiduría a tu alma; si das con ella, tendrás buen futuro; tendrás una esperanza que no será destruida.
27
Pro 24:15 No aceches cual malvado la casa del justo, ni arrases el lugar donde habita;
Pro 24:16 porque siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará; los malvados, en cambio, se hundirán en la desgracia.
28
Pro 24:17 No te alegres cuando caiga tu enemigo, ni se regocije tu corazón ante su desgracia,
Pro 24:18 no sea que el Señor lo vea y no lo apruebe, y aparte de él su enojo.
29
Pro 24:19 No te alteres por causa de los malvados, ni sientas envidia de los impíos,
Pro 24:20 porque el malvado no tiene porvenir; ¡la lámpara del impío se apagará!
30
Pro 24:21 Hijo mío, teme al Señor y honra al rey, y no te juntes con los rebeldes,
Pro 24:22 porque de los dos recibirás un castigo repentino ¡y quién sabe qué calamidades puedan venir!
OTROS DICHOS DE LOS SABIOS
Pro 24:23 También éstos son dichos de los sabios: No es correcto ser parcial en el juicio.
Pro 24:24 Maldecirán los pueblos, y despreciarán las naciones, a quien declare inocente al culpable.
Pro 24:25 Pero bien vistos serán, y bendecidos, los que condenen al culpable.
Pro 24:26 Una respuesta sincera es como un beso en los labios.
Pro 24:27 Prepara primero tus faenas de cultivo y ten listos tus campos para la siembra; después de eso, construye tu casa.
Pro 24:28 No testifiques sin razón contra tu prójimo, ni mientas con tus labios.
Pro 24:29 No digas: "Le haré lo mismo que me hizo; le pagaré con la misma moneda."
Pro 24:30 Pasé por el campo del perezoso, por la viña del falto de juicio.
Pro 24:31 Había espinas por todas partes; la hierba cubría el terreno, y el lindero de piedras estaba en ruinas.
Pro 24:32 Guardé en mi corazón lo observado, y de lo visto saqué una lección:
Pro 24:33 Un corto sueño, una breve siesta, un pequeño descanso, cruzado de brazos...
Pro 24:34 ¡y te asaltará la pobreza como un bandido, y la escasez, como un hombre armado!